Compañera de Camino...
Durante cada paso de los miles de pasos que hemos dado, al compás y al descompás de nuestros pasos, tú delante, yo detrás, tú detrás, yo delante, uno junto al otro, codo con codo, palmo a palmo, centímetro a centímetro... "¿Vas bien? Sí, voy bien"... "¿Y tú vas bien? Sí, sí, voy bien"...
Durante cada instante de descanso y de cansancio, durante cada instante de doce días multiplicados por todos sus segundos, uno a uno, compañera de Camino, compañera de una realidad que empezamos a soñar mucho tiempo atrás...
No solo has sido. También has estado. A las duras y a las maduras. Para la risa y para el llanto. Y para saber que hay llantos que precisan un poquito de espacio íntimo, de soledad querida y requerida, llantos que solo es posible llorarlos solos. Otros, sin embargo, precisan del abrazo hondo, profundo, inmenso... Ha sido precioso llorar contigo... Y reír contigo...
Un Camino de dos... Y cada cual, un Camino...
No podíamos entrar en el Obradoiro de otra forma que cogidos de la mano... Como si fuéramos uno... En ese momento, solo podíamos ser uno, compañera... Solo uno... Un abrazo hondo, profundo, inmenso... Unitivo... Y en él, el abrazo de todos aquellos que nos quieren y a quienes queremos...
Ni te puedes imaginar cuánto me has enseñado, cuánto me has ayudado... "¿Vas bien? Sí, sí, voy bien"...
Solo puedo decirte gracias y que te quiero.
Tú ya sabes cuánto y cómo te quiero, compañera de Camino...
No hay comentarios :
Publicar un comentario