(Fotografía: https://www.flickr.com/photos/46952873@N06/6280078705/) |
Y el otoño pinta los árboles de ocre, como llamaradas sin fuego, como hogueras de vida que no arden.
La lluvia y el viento acarician y golpean, compañeros leales, feroces enemigos. Por mucho que te pongas a cubierto, siempre logran dejar el alma a la intemperie.
El Camino otoñea en sus hojas caídas.
El otoño sin Camino es una invitación a la nostalgia...
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