A pie, alegre, salgo al camino real.
Soy sano, soy libre, el mundo se extiende ante mi,
el largo camino pardo me conducirá adonde yo quiera.
Creo que podría detenerme aquí y obrar milagros,
creo que amaré a todos los seres y a todas las cosas
que encuentre en mi camino,
y que me amarán todos los que me contemplen;
creo que serán felices todos aquellos a quienes vea.
Desde este momento me declaro libre de todo límite.
Dulcemente, pero con innegable voluntad,
me libero de las trabas que quieren retenerme.
Soy más vasto y mejor de lo que imaginaba,
no sabía que se contuviese en mi tanta bondad,
todo me parece hermoso.
Quienquiera que seas, ¡ven, viaja conmigo!
No te desanimes, persevera, hay cosas divinas encubiertas,
te juro que hay cosas divinas encubiertas
cuya hermosura las palabras no pueden explicar.
¡Allons! A aquello que no tiene fin,
como no tuvo principio,
mirar el camino hacia arriba y hacia abajo,
y ver que se extiende y nos espera y que, por largo que sea,
se extiende y nos espera.
Conocer el universo entero como si fuese un camino,
como si fuera muchos caminos,
como si fuese caminos para las almas viajeras.
WALT WHITMAN