Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Manos que ayudan

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(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/DBGlVzCOR3g/)

"Las manos que ayudan son más nobles que los labios que rezan" (Robert Ingersoll)

Sentimientos

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(Fotografía.- Marcos Boedo)

Llegar. Parar. Llorar. Sentir. Reír. Callar. Rezar. Mirar. Temblar. Suspirar. Abrazar. Vibrar. Gritar. Latir. Vivir.

Besar. También la tierra como una manera de besar el cielo.

Volver. Desear volver.

Sentirte para siempre peregrino.

Ama el Camino, peregrino

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(Fotografía.- Max Maximov)

Ama el Camino, ámalo, como un milagro, como un refugio, como una extensión de tu propio Ser. Ámalo, como un tesoro, como un prodigio, como un espejo limpio de tu alma. Ámalo, peregrino, ama el Camino, incluso antes de que sientas que lo amas verdaderamente, incluso antes de hacerlo tuyo y de sentir que te hace suyo. Ámalo, incluso antes del primer paso, del primer latido, del primer llanto, del primer suspiro, de la primera vez que te sientas peregrino. Ámalo, ámalo sin condiciones, incluso antes de su primera caricia, de su primer abrazo y del primer dolor clavándose en las plantas de tus pies. Ámalo, peregrino, ámalo. Y sabrás, cuando estés lejos, cuando sueñes con volver, cuando se enrede en tu alma la nostalgia, que ser peregrino no es andar y andar y andar sino ser un loco enamorado del Camino, al que vuelves siempre, para recorrerlo con el alma, igual que se recorre la piel desnuda de un amante.

Cae la lluvia

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(Fotografía.- Eduardo Abad)

Días sin sol, como en la vida, cuando la lluvia diluye los colores y pinta de gris el cielo y todo el paisaje se ensombrece. Y cae y cae, sin pausa, desatada muchas veces y otras sin ganas, como si quisiera escaparse la vida a través de las gotas, empapando los pies y el alma, sobre todo el alma. Y cae y cae, enfangando el camino, borrando huellas de pisadas que fueron para que se dibujen otras nuevas, tan efímeras y fugaces como las primeras. Tiene la lluvia un vago secreto de ternura y, por eso, siempre acaba convirtiéndose en caricia. Pero primero batalla en una guerra que ella siempre inicia pero de la que nunca resulta vencedora. No combate el peregrino. Simplemente, camina bajo la lluvia, atravesándola, sabedor de que al final, como en la vida, siempre acaba saliendo el sol. Siempre.

Ciudad dormida

(Fotografía.- Joe Priola)



Silencio de ciudad dormida, desnudas las calles que amplifican el eco de los pasos peregrinos, pasos sin huellas visibles, sobre el asfalto de la ciudad solo quedan huellas invisibles, retumban los pasos sin embargo contra las paredes y fachadas, contra el vacío de la noche que se resiste a morir. Tenue luz de las farolas que iluminan la senda porque también es Camino la ciudad atravesada en la quietud de las horas tempranas, también es Camino la ciudad vacía y sin horizonte, la ciudad dormida que bostezará su primer desvelo cuando el peregrino camine por senderos donde los pasos no suenan pero siempre dejan huellas que pueden verse hasta que el viento las borre.