Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

La clave es caminar

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(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/Cd6BlfZjQPi/)
Si una cosa he aprendido del Camino, es que él caben todos los caminos, todas las preguntas y respuestas. Cada peregrino vive un camino personal e intransferible. Es una experiencia que nos conecta tanto con nuestro interior que no puede haber cliché de ninguna forma, como no hay dos personas iguales. El Camino te corrige todo o casi todo lo preconcebido: las ideas, los pensamientos, la mochila, hasta la forma de caminar y la vista o más bien la forma de mirar. La clave, mi clave, no es buscar respuestas, ni siquiera tener las preguntas, la clave es caminar, siempre caminar, en el movimiento surgen todas las preguntas que deban surgir y en el movimiento están también las respuestas. Cuando no sepas qué, camina. Quien camina y camina y camina, en silencio, en soledad, da necesariamente pasos hacia sí mismo, donde están todas las preguntas que importan, las que demoran toda una vida en contestar.

LUIS FERNANDO REDONDO

Cuando camino

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(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/CJwIBSkFMoa/)
Cuando camino, alcanzo una sensación de Libertad imposible de describir. Me siento pequeño e inmenso a la vez. Y la tierra y el cielo adquieren dimensiones distintas desde mi pequeñez y desde mi inmensidad. Respiro. Parece un absurdo pero no lo es. Cuando camino el Camino, soy consciente de que respiro. A veces me detengo sin más pretensión que la de respirar, que la de sentir que estoy respirando. Me detengo, abro los brazos y cierro los ojos. E inspiro fuerte, muy fuerte. Casi hasta el ahogo, hasta el borde de la necesidad imperiosa de exhalar el aire inspirado. Por cosas como estas me gusta caminar en absoluta soledad. Creo que no sería capaz de hacerlo con alguien al lado, conocido o desconocido. Preciso de un espacio de intimidad absoluta con el Universo. Solos Él y yo. Como si cualquier otra presencia física incomodara e hiciera inviable ese momento. Cuando camino, detengo el tiempo cotidiano y dejo fluir un tiempo que se mide por otros parámetros. Cuando camino, canto, rezo, callo, sufro, pienso, no-pienso, pero todo es absolutamente indeterminado. Todo surge. Todo fluye. Desmedidamente. Sin medida alguna. Como si dentro de mí se desencadenara una explosión inevitable de fuegos de artificio, imprevisibles en sus formas y en sus colores. Suben y explotan, uno tras otro. Hasta que el último sume todo en un profundísimo silencio. Cuando camino, yo Soy el Camino. Sin mí, el Camino no existe. Sin mí, el Camino no tiene Sentido.

Todos los caminos

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(Fotografía.- Rubén Salinas Medina)






Podrás recorrer todos los caminos
que todos los caminos
acabarán en ti