Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Adentro yo soy el camino

(Fotografía: Daniel Franco)







"No hace mucho me encontré a mi mismo. Aprendí que no existe afuera nada que no venga de dentro...

Adentro yo soy el camino, afuera tan solo soy caminante"

Mas no era el mismo

(Fotografía: Sara Andreu Martínez)





“Soñé este viaje. Con sus cielos, sus dudas, sus catedrales y sus ruinas, su lluvia, sus albergues, sus flechas amarillas, su cansancio… Exacto a cómo es. Mas no era el mismo” (Emilio Pedro Gómez)

La emoción de la llegada

(Fotografía: Tiago Pinto)


La emoción de la llegada...

Indefinible, indescriptible, expresada de mil millones de maneras distintas...

Unos ríen, otros lloran, otros se abrazan, hay quienes solo son capaces de cerrar los ojos para volver a abrirlos y comprobar que no es un sueño, otros miran a un infinito dibujado en la inmensidad de dos torres... 

Y hay quienes, simplemente, se arrodillan y callan...

Multiplicar horizontes

(Fotografía: Andrea Di Bello)








Los soñadores hacemos trampa: tenemos una máquina para multiplicar horizontes.

ALBERTO BASTERRECHEA

El mar es tu espejo

(Fotografía: Maurizio di Rosolini)







El mar es tu espejo;
tú contemplas tu alma
en el vaivén infinito de su ola.

CHARLES BAUDELAIRE

En camino hacia el misterio

"Procedemos de un misterio, y estamos en camino hacia ese misterio. Los peregrinos no son vagabundos porque ellos son conscientes de su destino" (Segundo Pérez López)

(Fotografía: Atsushi Oikawa.- https://www.eyeem.com/p/126161371)

Abrazándolo todo

(Fotografía: Tiago Pinto)


Esa explosión de colores
del otoño dibujándose
en los árboles,
alfombrando el sendero,
como haciendo florecer
una segunda primavera,
ofrenda de hojas
a los pies del peregrino.
Otoño a pinceladas
de ocres y rojos,
como un incendio sin llamas,
abrasándolo todo.
Abrazándolo todo.

Una voluntad indomable

"La fuerza no proviene de la capacidad física sino de una voluntad indomable" (Mahatma Gandhi)

(Fotografía: Gianni Sasso.- https://www.instagram.com/p/BqwbGEWnWp2/)

Pisadas de los que nos precedieron

(Fotografía: João Duarte)








“A veces el barro se hace dueño de la senda. Pisadas de los que nos precedieron. En cada paso, cada huella aguarda un destino distinto” (Emilio Pedro Gómez)

Llegar a uno mismo




Hacia el norte,
hacia el sur…
¡Qué importa!
Quien ha llegado a sí mismo,
ha llegado a todas partes.

EDUARDO J. MALINOWSKI

Con ojos de niño

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/Bocek0Elhz6/)



Y al llegar,
sentir que el Camino
nos ha hecho descubrir
que es posible
contemplarlo todo
con ojos de niño...

Flotando en la niebla

(Fotografía.- Lara Melina)




"Sí, este Camino tiene alma. Me siento tan a gusto que cierro los ojos y evito moverme. Es como si la gravedad dejará de ejercer su fuerza. Soy una hoja que se mece en el aire. La frescura del aire es una caricia en la cara y el alma del Camino está tocando mi alma. Sí, soy una hoja que se mece en el aire… que flota en la niebla” (Antxon González Gabarain "Bolitx")

La luz se hace peregrina

(Fotografía.- Daniel Fernández)
Amanece,
y la luz se hace peregrina
en la alborada silueta del camino.
Nada está inmóvil,
vibra el silencio
con el eco dejado por tantas palabras,
voces amigas
que me guían por senderos desbordados de historia,
huellas de los que pasaron,
surcos en el tiempo
de aquellos que me precedieron,
paisajes que sobreviven
en el verde amable asomado al otoño.

PILAR MORENO WALLACE

La primera nevada del otoño

(Fotografía: Alvaro Barrientos)

La primera nevada del otoño
deja sobre el Camino
aroma a invierno,
huellas pasajeras
que borrará el viento,
la siguiente nevada
o el sol renacido.
Mientras tanto, caminamos
dejando huellas
sobre la nieve nueva,
preludio de invierno.
Y todo es crujido
bajo los pies.
Y en el alma peregrina
que tirita
los primeros fríos
del otoño.

Todo ha terminado

"Y es en ese momento que me doy cuenta que todo ha terminado. Cuando te pones a pensar en el principio es porque has llegado al final" (Junot Díaz)

(Fotografía: Alfredo Valdez Miranda.- https://www.instagram.com/p/BhbhPginAik/)

Trozos de mi ser

Volver al Camino es hacer un paréntesis en el peregrinar del camino cotidiano. El Camino, el que escribo con mayúsculas porque solo puede nombrarse con mayúsculas, me ha ido arrancando, poco a poco, trozos de mi ser para hacerlos suyos. Seductor y posesivo, me ha ido enamorando hasta apropiarse de un "yo" que solo se completa cuando vuelve a encontrarse en la inmensa plenitud de las sendas que conducen a Santiago. Por eso regreso. A encontrarme. A completarme. En dirección a una Compostela que se multiplica infinitamente para bocetarse en cada punto de inicio y de llegada de cada día. Mis particulares Compostela sin Obradoiros.

A menudo, regreso sin buscar nada, pensando que así, tal vez, lo encuentre Todo. Regreso allí vacío, como mi mochila cuando duerme sus sueños peregrinos. Porque solo desde el vacío puede uno llenarse.

Y a cada paso que doy, un trozo de mi ser se va quedando allí.

Enamorado.

Enamorándose...

(Fotografía: Agnese Kalnina.- https://www.instagram.com/p/Bo3CNaNAUn1/)

Lo esencial es invisible para los ojos

"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos" (Antoine de Saint-Exupéry)

Dos miradas

"Hay dos miradas: la mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre" (Alejandro Dumas)

Esa nostálgica ternura

(Fotografía.- https://www.flickr.com/photos/28359965@N03/9403572336/)
Muchas veces no llegas a saber sus nombres. Peregrinos que te ceden su linterna, un peine, la fresca cantimplora… los tomas de la mano para cruzar un riachuelo, te fotografían sin querer, compartes una broma, un “¡cuidado!”, un ronquido retador, un gesto unísono… Partes del albergue cada madrugada sin saber si te despides de ellos para siempre. Por eso, esta ambigua, extraña, nostálgica ternura en el partir de cada día.

EMILIO PEDRO GÓMEZ

Si el Camino te atrapa

(Fotografía.- Vicenç Buxeda)







Si el Camino te atrapa y se te enreda en el alma y en la sangre, si logras enamorarte profundamente de él, no solo serás peregrino para siempre. Es que así lo sentirás y lo vivirás cada instante de tu vida.

Uno vuelve siempre

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/Bm2fGtxH129/)





"Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amó la vida"...

Cuánta verdad encerraban aquellos versos que escribiera Armando Tejeda...

Porque uno vuelve siempre
a aquellos lugares
donde fue feliz...

Todo tú eres Camino

Soledad-compañera,
que contigo camina
abrazándote el alma peregrina,
amante verdadera
que, a solas, te desnuda
para el íntimo Encuentro.
Tú, buscándote. Adentro.
Allí donde se anuda
el Ser al Infinito,
el abismo al espacio.
Contigo, va. Camina despacio.
Rompe tu silencio con su grito
que todo lo silencia
mientras te vuelves Camino.
Todo tú eres Camino, peregrino.
Y en esa Soledad está tu Esencia.

(Fotografía: Juan J. Aguilera)

¿Qué es la Magia


¿Qué es la Magia, peregrino?
Dime, ¿qué es la Magia?
Seguro que la has Sentido,
acariciándote,
atrapándote,
envolviéndote.
Seguro que la has visto,
aún siendo invisible.
En lo oculto.
Con el Alma.
Cuando el Alma ve lo oculto,
surge la Magia.
La has notado,
traspasando la piel del Alma
y el alma de la piel.
Es Libertad
pero trasciende de la libertad.
Es Silencio
pero trasciende de todos los silencios.
Es Plenitud
que se alcanza después de estar Vacío.
Es el aliento de Dios,
de la Naturaleza,
del Universo,
de como quieras llamar
a Aquello que trasciende de tu propia razón
y te hace infinito.
Infinito, peregrino, infinito.
Eterno.
Pero la Magia es, en sí misma, indefinible.
Al fin y al cabo,
la Magia está en ti
y eres tú mismo.
Bienaventurado eres, peregrino,
si crees en la Magia
porque tuyo es
el Reino de los Sueños.

Venciendo el cansancio


Claman las voces del cuerpo vencido, quejidos que te afrentan, punzadas hirientes en los pies cansados del largo camino. Te retan, creyéndose siempre vencedores de un combate desigual contra tus ganas de alcanzar otro horizonte. Se apoderan de tu mente. Y de tu alma. Los cansancios del alma son más fuertes que los del cuerpo porque siempre desgastan en silencio.

Déjales que venzan, peregrino. Déjate vencer por el cansancio. Recobra el pulso y el aliento. Descalza tus pies ardientes y déjalos que palpiten a la intemperie. Escucha los quejidos de tu cuerpo, de tus músculos tensos por el esfuerzo. Cierra los ojos y déjate envolver por la brisa y por ese espacio de soledad, tan tuyo, donde te sientes tan roto, tan vencido.

No te apresures en seguir andando. Deja que el alma llore sus silencios. Si acaso, mira atrás y verás todo el camino recorrido hasta ese punto, todo el camino en que venciste, paso a paso, tu propio cansancio y desaliento. Respira hondo. Y verás como todo se armoniza. En tu cuerpo. En tu alma. Y en tu mente. Espacios sagrados que también te pertenecen.

Toma conciencia de tu Ser. Y de tu Estar. Recuenta todos los horizontes que ya has conquistado desde que partiste. Venciste. Siempre venciste. A pesar del cansancio.

El próximo lo tienes al alcance de la vista. Cálzate. Ya tienes las fuerzas necesarias para acallar las voces, si resurgen. Merece la pena caminar, aunque te canses, aunque te caigas. Merece la pena seguir adelante. Con tu cansancio a cuestas, como un peso añadido a tu mochila. Pero vencido otra vez, como siempre que te pones en pie tras un descanso.

Como siempre que sigues andando, a la conquista del próximo horizonte.

(Fotografía: Lisa Merlot.- https://www.instagram.com/p/BnQHE6og7p8/)

Un trayecto de ida y vuelta

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/BmOoVGSH-OX/)
Nunca tengo sensación de volver porque solo continúo caminando. Volver solo vuelvo cuando regreso a casa. Entonces sí que vuelvo, para darle sentido a haber partido. El Camino carece de sentido si no se vuelve a casa. También se vuelve para seguir andando. El camino de mi vida se alimenta de la Vida del Camino. Por eso, cada cierto tiempo, me detengo en los andares cotidianos para retomar los senderos del Alma.

No cuento los caminos realizados porque el Camino es uno solo. Vas y vuelves, vas y vuelves, para fundirlo todo en una misma historia. Igual que la vida es una sola, también lo es el Camino. Solo se inicia una vez. Después, la historia continúa. Y no tiene más final que el principio de un Camino Infinito, donde vida y Camino se harán una sola senda. De Luz. De Plenitud. De Eternidad.

Igual que la vida te trae y te lleva por distintos senderos, el Camino te trae y te lleva por distintos trayectos que confluyen en una Compostela que siempre marca el momento de volver. Puede que sea la Compostela del Apóstol. O cualquiera de las múltiples compostelas que conforman cada punto de regreso.

Vas y vuelves. Vas y vuelves. Del camino de la vida a la Vida del Camino, siempre en un trayecto de ida y vuelta.

Ir despacio

(Fotografía: Macarena Mateo)




La gente corre tanto
porque no sabe dónde va,
el que sabe dónde va,
va despacio,
para paladear
el "ir llegando".

GLORIA FUERTES

Subiendo a Portomarín

Multiplica
por cuarenta y siete
el esfuerzo,
los latidos
del corazón desbocado.
Sube, peregrino, sube,
peldaño a peldaño.
Deja el río atrás, abajo,
deja que fluya
en su corriente imparable
bajo el puente,
mañana volverás a él.
Hoy toca alcanzar la cima
del espejo de ciudad
que sucumbió bajo el agua
y contemplar el milagro
de la antigua fortaleza
levantada, piedra a piedra,
como templo.
Como tus pasos,
levantados uno a uno,
peldaño a peldaño,
sobre otro puente.
Multiplica por cuarenta y siete
los pulsos del alma.
Y sube, peregrino, sube,
como quien sube la escalera
de su propia existencia,
sabiendo que la gloria
siempre se encuentra
en lo más alto. 

Permanecemos en el Camino

(Fotografía: Bruno Stevenheydens)




Cuando corones montañas que casi te permitirán tocar las nubes con tus manos puede que te emociones. Estarás cerca. Recuerda: tu emoción ha sido la de todos. Por eso permanecemos en el Camino.

JOSÉ ANTONIO DE LA RIERA

El gran reto

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/BmYu3g5h4xw/)







El gran reto del peregrino no es descubrir que el Camino es una metáfora de la vida, sino empezar a concebir la vida como una metáfora del Camino.

El lenguaje de las lágrimas

Se esfumaron las palabras.
Las lágrimas inventan
un nuevo lenguaje.
Apenas balbucean
los primeros sonidos
desde el silencio
más profundo y perdido,
perdidamente profundo.
“Soy”.
“Estoy”.
”Pude”.
“Llegué”.
“Gracias”.
¿Quién puede explicar ese llanto,
la mirada perdida y profunda,
profundamente perdida,
con que el peregrino admira
el portento de piedra
que se eleva ante sus ojos
cuando llega a Compostela?

Ese Abrazo posible

¡Siempre abrazo a tantos en ese Abrazo!

En ese instante, desaparecen la efigie y el rito, la tradición peregrina, la costumbre ancestral y transmitida por los años y los libros. Y solo existen almas que se abrazan en mi alma y a mi alma. Y la madera y la plata de la estatua inerte se convierten en carne que palpita entre mis manos.

Santiago mira al frente, como si quisiera que el abrazo peregrino le pillara por sorpresa. Allí arriba es posible abrazar a los demás por las espaldas. Desprevenidamente. En un mundo que a menudo golpea a traición, por las espaldas, de repente uno encuentra un espacio recóndito y pequeño donde poder amar sin previo aviso. Y es un abrazo alevoso y profundo que se multiplica por todos los abrazos que quiero dar y recibir en ese instante.

El mundo está peor desde aquel Abrazo en que abracé a tantos y que quedó eternizado en una fotografía. Hoy ya no es posible subir hasta allí con una mochila en las espaldas, después de que tantas mochilas hayan golpeado a traición, por las espaldas.

Pero allí volveré, a mirar desde abajo el rostro de Santiago para descubrir que, en el rostro del Apóstol, está el tuyo. Y el tuyo. Y el tuyo. Y el tuyo. Allí, como siempre, esperándome.

Y volveré a subir, allí arriba, donde ya no hay rostro que me mire, para ese Abrazo posible en el hondo misterio de lo imposible.

Detrás del horizonte, sigue habiendo Camino

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/Bk3TJbxg6qO/)
¿Qué sería de un peregrino
sin horizonte?

Su utopía,
su invitación a caminar,
su sueño de conquista.
Su eternidad.

Gracias al horizonte,
el Camino es Eterno.

Porque detrás de aquel,
siempre sigue habiendo Camino.

Nubes con nubes

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/BkkeNymFjuK/)







"Sólo nubes con nubes, siempre nubes más allá de otras nubes semejantes, sin palabras, sin voces, sin decir, sin saber; últimas soledades que no aguardan mañana" (Luis Cernuda)

Saber si un puente

(Fotografía: Alberto Aristeguieta)







Saber si un puente
es algo
que pertenece al aire o al camino.

BENJAMÍN PRADO

Escucha tu propia verdad

(Fotografía: José Carlos Callixto)



El viaje espiritual es individual, personal. No puede ser organizado o regulado. No es cierto que todos deben seguir un camino. Escucha tu propia verdad.

RAM DASS

Abrí los ojos

"Ahí me quedé solo y abrí lo más posible los ojos para que no se me escapara ni el menor detalle del mejor día de mi vida" (Annabel Pitcher)

(Fotografía: David Déniz García)

Almaneceres

Amanece, como un milagro repetido y regalado al peregrino. Los amaneceres del Camino son tan del alma, que debieran llamarse almaneceres.

Escucha la lejanía

(Fotografía.- Ranny Kang)



Mira a lo lejos, contempla
cuánto infinito, y es nuestro.

¿Y el azul?…¿lo estás leyendo?
Escucha la lejanía:
este silencio es su eco.

ANDRÉS TRAPIELLO

El Camino nos vuelve mágicos


En realidad, la magia está dentro de nosotros. Lo que logra el Camino es que aflore al exterior. Tal vez esa sea la auténtica magia del Camino: que deja al descubierto nuestra magia. Al desnudo. A la intemperie.

Creemos que descubrimos la magia en el paisaje que nos abruma y nos envuelve, en el bosque profundo, en la inmensidad inabarcable de un amanecer, en la propia soledad de andar solos y de estarlo verdaderamente. Y es cierto que existe ese halo invisible, ese hilo conductor que nos une el alma a la tierra, indisolublemente.

Pero la magia que no esperamos descubrir es la de la sonrisa haciendo frente al cansancio propio y ajeno, la de la mano tendida cuando las piernas flojean, la del deseo inacabable de que el Camino nos sea realmente bueno.

Y esa magia nos atrapa para siempre.

El Camino nos vuelve mágicos. O nos hace descubrir que lo somos.

No es posible sentir la plenitud de ser peregrino si no se cree en la magia...

Tu Camino

A través del recuerdo, de los sueños disfrazados de nostalgia, de las fotografías, propias y ajenas, que te sitúan de nuevo en un instante y en un lugar, vuelves a ese Camino que solo a ti te pertenece porque lo fuiste creando a cada paso.

Antes que tú lo anduvieras, solo existía el Camino de los otros, el Camino de las guías, el Camino milenario de la Historia y de las innumerables historias de tantos peregrinos que lo hicieron. Cuando tú lo hiciste, sin embargo, descubriste que el Camino no era algo que existiera de antemano. Que existían senderos, sí, y lugares y mapas y flechas que te indicaron direcciones inequívocas. Pero no existía tu Camino.

No existían de antemano los amaneceres que tú viste. Ni fue el mismo amanecer el que tú viste que el que otro contempló, por más que pareciera que ambos admirásteis el mismo milagro y al mismo tiempo. No existían previamente tus latidos ni tu cansancio ni aquel dolor que se te clavó en la piel del alma más que en el alma de la piel. No existía aquel silencio que te cogió desprevenido. Ni aquel instante en que reíste como nunca jamás lo habías hecho en tu vida. Ni aquel momento en que lloraste sin motivo aparente para hacerlo. Ni aquella soledad que fue tan tuya que te sentiste acompañado por toda la infinitud del Universo.

Te hiciste Camino haciendo tu Camino. Moldeándolo. Construyéndolo. Para que no se pareciera en nada al Camino de los otros ni al de las guías ni al de la Historia ni al de las pequeñas grandes historias de tantos peregrinos. Y por eso regresas cuando puedes. Desde el recuerdo o los sueños disfrazados de nostalgia. Desde las fotografías, propias o ajenas. O desde la realidad, si te es posible, de crear un paréntesis en el camino de la vida para volver a la Vida del Camino.

De tu Camino.

El camino que somos

(Fotografía: Kaitlyn Parker)







¿Estamos dentro de él
o está él dentro de nosotros?
El camino que nos hace andar.
El camino que somos.

EMILIO PEDRO GÓMEZ

Me ayuda mi cansancio

(Fotografía: Alberto Bouza)







Me ayuda mi cansancio.
Da conciencia a mi ser,
sabe mi esfuerzo…

JORGE FERNÁNDEZ GONZALO

Cruzando puentes

(Fotografía: Joanna Romano)





"Cruzando el puente entre un día y otro, entre la mañana y la tarde, llega el turno de la noche. Débiles pero con la fuerza intocable de los débiles, soñaremos y seguiremos cruzando puentes y caminos que nos llevarán como el agua a algún sitio interesante" (Arancha García)