Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Hay que seguir andando

Una parada, un descanso necesario, preciso respirar y llenar los pulmones de aire nuevo, recobrar el aliento tras el desaliento de la cuesta, descalzarme y dejar a la intemperie los pies hinchados y doloridos, cerrar los ojos, vaciar la mente, llenar el alma... De paz... De silencios... Silencio. Para escuchar cómo mis latidos se acompasan. Serenamente. Serena mente.

Con los ojos cerrados, dibujo los sueños imposibles. Me quedo con algunos para volver a soñarlos, por si hubiera posibilidades de cumplirlos. Desecho los caducos y los que se rompieron definitivamente. Inventario recuerdos de lo andado. Necesito abrir los ojos para mirar atrás y comprobar que el horizonte de lo andado se pierde en la lejanía, inalcanzable ya porque el camino no es posible desandarlo. Atrás quedaron los paraísos perdidos y también los pedregales, la senda interminable que siempre termina, el fango en que mis pies se hundieron sin remedio, la suave colina y la dura montaña que trepé con los dientes apretados, el oasis del río susurrando esperanzas, lavatorio del alma y de las manos sucias, el cielo descarnándose en tormenta y el dulce arcoíris que devuelve la sonrisa.

Vuelvo a cerrar los ojos y perfilo esa sonrisa para que no se desdibuje. Siento en mi rostro la brisa fresca de todos los amaneceres. Respiro hondo. Estoy aquí. Donde logré llegar, paso tras paso. Con paso firme, cuando tuve fuerzas para ello. Y cojeando, cuando los pies heridos me obligaron. Apoyado en el bastón en la dura pendiente de subida o de bajada. Y en la mano amiga, cuando fue necesario el empuje de otra mano.

Recuento presencias. No me falta nadie pero me faltas tú. Me acompañas, sin embargo, cuando nadie me acompaña. Te tengo y no. Te tengo y no.

Hora de seguir. De calzarme los zapatos, de anudarme los cordones, de volver a colocar la mochila en los hombros. Mi mochila llena de poemas sin versos, de versos sin palabras, de palabras sin letras, de letras sin papel, de papeles en blanco por si alguna vez me hacen falta para escribir poemas con versos y letras. De sueños renovados, de hondas convicciones, de nostalgias profundas, de pedazos de luna para que no me falte una luna llena en el cielo de mi noche ni en la noche de mi cielo. Llena de todos los que me llenan. Y vacía de vacíos.

Delante, el camino que aún resta por andar. En la lejanía, un nuevo horizonte al que dirigir mis pasos. Arriba, mi cielo infinito. La tierra, bajo mis pies. Hay que seguir andando.

Hay que seguir andando...

Nunca desistas de un sueño

"Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él" (Paulo Coelho)

(Fotografía: Miguel & Vicky.- https://www.flickr.com/photos/sivaris/2854286446/)

La eterna navidad del Camino de Santiago


Como si fuera siempre Navidad, el Camino nos hace ser y sentirnos mejores, acrecienta en nosotros el espíritu de solidaridad y fraternidad con los otros, nos dibuja la sonrisa permanente y nos hace aflorar los buenos deseos. Buen Camino. Renacemos, nos reencontramos con nosotros mismos, miramos al interior del corazón y descubrimos que es posible albergar en él la paz y la esperanza.

La eterna navidad del Camino de Santiago. Llenando siempre de paz y de esperanza a los hombres y mujeres de buena voluntad que peregrinan.



Siempre llegamos hasta un abrazo

La vida es, en sí misma, un Camino continuo de salidas y llegadas. Y siempre hay un abrazo esperándonos al final de cada etapa. De alguien. De algo. De un ser querido. De un alma. De Dios. Siempre llegamos hasta un abrazo.

Benditos sean

Benditos sean los que peregrinan con el alma...

(Fotografía: Fundación Síndrome de Down de Madrid.- https://www.flickr.com/photos/downmadrid/9614359662/)

Infinitivos


Llegar. Parar. Llorar. Sentir. Reír. Callar. Rezar. Mirar. Temblar. Suspirar. Abrazar. Vibrar. Gritar. Latir. Vivir.

Besar. También la tierra como una manera de besar el cielo.

Volver. Desear volver.

Llorar.



Voy buscando libertad

Caminando, caminando
voy buscando libertad.
Ojalá encuentre camino
para seguir caminando...

VÍCTOR JARA

Amanece en el Camino

De repente, el cielo se vuelve naranja y gris y ocre y violeta. Desaparece el negro, reviven los celestes. Se disipan las sombras de la noche. Nace el día. Amanece en el Camino. El sol comienza su andadura. De este a oeste. Como cualquier peregrino...

(Fotografía: Maxi Ruíz-Erans.- http://www.flickr.com/photos/ruizerans/5081703854/)

El arcoíris

Quien siempre camina mirando hacia abajo, nunca verá el arcoíris...

Aquello que resulta invisible

Con los ojos del alma, uno consigue ver aquello que resulta invisible para los demás...

Tus brazos abiertos

A mi hermano Antonio, que estuvo y estará conmigo cada vez que llegue a Compostela...

En realidad, los brazos bien abiertos fueron los tuyos, hermano. Se abrieron desde mucho antes que yo llegara, en esa espera paciente en un "kilómetro cero" que tú guardabas como celoso templario protector del peregrino que, a duras penas, medio cojeaba por las cuestas de los hospitales, por las largas e interminables avenidas de Santiago, hasta llegar allí por la Rúa do Franco y entrar en la plaza y verte, como si no hubiera nadie más en aquella inmensidad del Obradoiro.

Fueron los tuyos los brazos que primero se abrieron y me pareció, por un momento, que eras capaz de tocar con los dedos de la mano izquierda la fachada principal de la Catedral y con los de la derecha la del Pazo de Raxoi, de grande que era la inmensidad del espacio que ocupaban aquellos brazos tuyos, mientras venías hacia mí con enormes zancadas.

Los que nos hicieron la foto, simples turistas que pasaban por allí (o quién sabe si, tal vez, deberían estar allí en ese justo momento), nos confesaron la emoción que sintieron al vernos fundidos en ese abrazo que solo tú y yo, querido hermano, podemos entender en toda su plenitud, por más que intentáramos explicarlo.

Ese abrazo inolvidablemente largo...

"Llegar con la emoción a flor de piel, entre risas y lágrimas"...

Se cumplieron, casi proféticamente, cada una de las palabras...

Encontrar la belleza

"El que no lleva la belleza dentro del alma no la encontrará en ninguna parte" (Noel Clarasó)

El momento de llegar

Los últimos pasos, el último esfuerzo. El corazón que palpita al ritmo de una gaita que, estremecedoramente, resuena en la bóveda y en las paredes del arco. Ocho escalones más que bajar para poder contemplar la inmensidad de un Obradoiro que ya se divisa mientras tiemblan el cuerpo y el alma. Los últimos pasos, el último esfuerzo. Ha llegado el momento de llegar. Ya no hay vuelta atrás posible. Solo habrá que mirar hacia la izquierda para ver la Catedral saludando al peregrino…

Cuerpo a cuerpo y alma a alma

Una imagen que no precisa de palabras. Quien lo ha vivido, es capaz de sentir todo lo que la imagen expresa. Solo falta el latido que retumba, cuerpo a cuerpo y alma a alma...