Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Con los ojos cerrados

Con los ojos cerrados, dibujo los sueños imposibles. Me quedo con algunos para volver a soñarlos, por si hubiera posibilidades de cumplirlos. Desecho los caducos y los que se rompieron definitivamente. Inventario recuerdos de lo andado. Necesito abrir los ojos para mirar atrás y comprobar que el horizonte de lo andado se pierde en la lejanía, inalcanzable ya porque el camino no es posible desandarlo. Atrás quedaron los paraísos perdidos y también los pedregales, la senda interminable que siempre termina, el fango en que mis pies se hundieron sin remedio, la suave colina y la dura montaña que trepé con los dientes apretados, el oasis del río susurrando esperanzas, lavatorio del alma y de las manos sucias, el cielo descarnándose en tormenta y el dulce arcoíris que devuelve la sonrisa.

Vuelvo a cerrar los ojos y perfilo esa sonrisa para que no se desdibuje. Siento en mi rostro la brisa fresca de todos los amaneceres. Respiro hondo. Estoy aquí. Donde logré llegar, paso tras paso. Con paso firme, cuando tuve fuerzas para ello. Y cojeando, cuando los pies heridos me obligaron. Apoyado en el bastón en la dura pendiente de subida o de bajada. Y en la mano amiga, cuando fue necesario el empuje de otra mano.

Con los ojos cerrados...

(Fotografía: Ambra Marie.- https://www.instagram.com/p/BiUg27TBUZs/)

Ser Camino

¿Adónde voy? ¿Qué incierta maravilla me aguarda? Persigo sorber las minucias que cada etapa me ofrezca, ahorrar velocidad al alma, asumir la costumbre sorpresa del sendero, recobrar una conciencia milenaria: ser camino.

Propósitos: no malversar los pasos, burlar lo previsible, desanestesiar la mirada… Hacer camino. Abrir la percepción, observar de ida y vuelta… Un paisaje con el que se conversa es más paisaje. Pisar con delicada prevención. Ahuecar los pies para el suceso. No acaparar ningún encuentro. Mirar sin vulnerar lo que me mira. No ser nieve que al cubrir huellas las apresa y luego las disuelve enternecidas.

A alzar las huellas de los que me precedieron, a recoger las savias de los días donde nadie me espera, a habitar el sendero a puro surco, ileso de cubiertas. De vez en vez, habitar en la pausa, suspenso el pensamiento, con el propio silencio en entredicho. Alcanzar ese lugar donde descargas el peso de tu origen y la culpa desaparece. Hablar para alcanzar la plenitud del silencio. Caminar para colmarme de quietud.

EMILIO PEDRO GÓMEZ

Todo es horizonte

(Fotografía.- Karim Martínez Gión)


Castilla más que ancha es inmensa. Y está hecha para regalar su inmensidad a quien la contempla. En tanta inmensidad uno se siente pequeño. Pero a la vez te envuelve tanto que uno se siente parte de todo un infinito que se extiende más allá del horizonte. Mires donde mires, todo es horizonte. Alcanzas uno y aparece otro. Y otro detrás. Entonces, te das cuenta que la vida es un camino donde vas conquistando horizonte tras horizonte, hasta hacerte tan infinito como el paisaje...

Caminostalgias


Añoro el Camino...

Los amaneceres del Camino. Los inmensos ocasos del Camino. Las lunas llenas del Camino. Las noches sin luna del Camino.

Los días sin días del Camino. El tiempo sin tiempo del Camino.

La soledad del Camino. La compañía en el Camino. Los peregrinos del Camino. Las almas que caminan el Camino.

Las sonrisas regaladas del Camino. Los llantos porque sí y porque no en el Camino.

Las flechas amarillas del Camino. Buscarme, perderme y encontrarme en el Camino.

El fango en el Camino. Las tormentas en el Camino. El sol aplastante en el Camino. La niebla que acaricia al peregrino. La nieve volviendo cielo la tierra del Camino. Los inviernos y veranos del Camino. Todos los puntos cardinales del Camino.

La Magia del Camino. La Magia en el Camino.

Los horizontes del Camino.

Los cansancios y descansos en el Camino.  

Llegar. Y abrazar. Y llorarlo todo. Y reírlo todo. Y volver del Camino. Y volver al Camino.

Caminostalgias...

Esas huellas que el Camino ha marcado profundamente en el Alma...


(Fotografía: Konrad Licht.- https://www.instagram.com/p/Bu3pHWQF6Sv/)

Amanece en el Camino

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/Bu3CH5lFrtX/)






Se disipan las sombras de la noche.
Nace el día.
Amanece en el Camino.
El sol comienza su andadura.
De este a oeste.
Como cualquier peregrino...

Ese Abrazo final

Y ese Abrazo final,
deteniendo el tiempo,
estrechando todos los espacios,
haciendo nuestros
el tiempo y el espacio
en ese paréntesis
de nuestros cuerpos enlazados
para atrapar en él
la infinitud de nuestras Almas.
Ese Abrazo, ese,
tras el último paso,
tras la última lágrima.
Tras todos los cansancios,
el Descanso final,
apoyados el uno sobre el otro,
el uno junto al otro,
apretujando la Vida
para Sentirla nuestra,
toda nuestra,
solo nuestra.
Ese Abrazo, ese,
ese Milagro,
esa conjugación sin palabras
del verbo Almar
-que es Amar desde el Alma
y con el Alma-,
ese instante de Eternidad
que creamos
como si fuéramos dioses,
allí, justo allí
donde el Camino acaba
para empezar de nuevo.
Al fin y al cabo,
el Camino, como la Vida,
qué es
sino una Inmensa Historia de Amor
que siempre termina en un Abrazo
que nos hace Eternos.

(Fotografía: Xoan A. Soler)

Por el camino libre

(Fotografía: roadtomuxia)





Llevaré mis pasos
por el camino libre,
hasta llenar mis ojos
del hermoso atardecer
que está en el horizonte...

CARLOS M. VALENZUELA