Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Ese paréntesis del tiempo detenido

Esos puntos suspensivos del alma, ese paréntesis del tiempo detenido, ese cuerpo vencido sobre el suelo y bajo el cielo del Obradoiro, ese estar, ese Ser, ese epílogo con vocación de prólogo, ese final preludiando otro principio…

Ya los ojos lo miraron todo, los pies lo anduvieron todo, el corazón –ay, el corazón- lo palpitó todo. El Camino que fue se convirtió en recuerdo. El Camino que será ni siquiera empezó a soñarse. En ese presente, sin pasado ni futuro, la mirada se pierde, los pies se descalzan, el corazón –ay, el corazón- recobra sus pulsos.

Ese paréntesis del tiempo detenido. Esa pequeña y dulce muerte antes de regresar al camino de la Vida. Esa plenitud del vacío. Ese infinito entre dos torres. Ese sueño acabado. Ese sueño que empieza. Esos puntos suspensivos del alma. Esa locura de saberte para siempre peregrino.

Eras feliz

(Fotografía: Eliseo Trigo)

apenas si podías inclinarte
para tocar la nieve

desconocías el secreto
de tanta luz agolpada

no sentías el frío
bajo tus pies sólo el crujir del blanco
su transparencia

eras feliz

ÁNGEL CAMPOS PÁMPANO

Infinitos indicios

(Fotografía: https://www.lavozdegalicia.es/)

Contemplas el valle
que se postra ante ti.

Un valle concede
infinitos indicios
por donde sucumbe
la eternidad.

JOAN DE LA VEGA

Y esa fina lluvia

"Entre la gloria y uno ya sólo hay piedra, vieja piedra compostelana, y esa fina lluvia, tan de lágrimas, que acaba verdeando los rostros demudados de los caminantes" (Carlos Herrera)

(Fotografía: José Manuel Dobarro.- https://www.flickr.com/photos/jmdobarro/27051230272/)

Serenamente

(Fotografía: José Antonio Sandoval López de Castro)
Una parada, un descanso necesario...

Preciso respirar y llenar los pulmones de aire nuevo, recobrar el aliento tras el desaliento de la cuesta, descalzarme y dejar a la intemperie los pies hinchados y doloridos, cerrar los ojos, vaciar la mente, llenar el alma... De paz... De silencios...

Silencio.

Para escuchar cómo mis latidos se acompasan.

Serenamente.

Serena mente.

Junto al mar

"Aquí, junto al mar, soy la naturaleza sintiéndose a sí misma" (Joan Maragall)