Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Soy santiaguero

(Fotografía.- Claudio Pupi)

¿A dónde vas, romero,
por la calzada?
—Que yo no soy romero,
soy santiaguero.
A Roma van por tierra,
yo miro al cielo.
Va la luna conmigo
descalza. Y sigo.

GERARDO DIEGO

Tiempo de soñar y de amar el Camino

(Fotografía.- https://www.instagram.com/p/B6RZvVIiWpM/)


Ahora es tiempo de soñarlo,
de hacerlo y deshacerlo cada instante,
cerrando los ojos y abriendo el alma.
Ahora es tiempo de amarlo,
de remover los cajones del recuerdo,
de revivir lugares
mirando los sellos que pusimos
en nuestra credencial de peregrino.
Ahora es tiempo de volver a casa,
de andar los caminos interiores
y de abrazar al Apóstol
en ese abrazo sin temores ni distancias
que solo puede dar el alma.
Ahora es tiempo de soñar
y de amar perdidamente ese Camino
que volverá a llevarnos,
cuando la noche pase,
a la eterna y soñada Compostela.
E ultreia, e suseia.
Protégenos, Señor Santiago,
en el difícil camino de estos días.

Los profundos silencios del Camino

Los profundos silencios del Camino.
Rasgados por el aire invisible y susurrante,
por los hondos latidos que retiñen como campanas,
por el crepitar de las pisadas sobre la tierra.
El peregrino es un mago que atrapa los silencios,
moldea sus contornos con sus manos
y grita con ellos. Grita. Aunque nadie lo escuche.
Porque su grito busca romperse en los espacios,
en ese infinito que se extiende más allá de un horizonte.
Por eso, grita sin sonidos, desde el silencio.
Grita desde sus lágrimas calientes,
desde una oración que traspasa sus creencias
porque Dios es ese Todo que contempla
desde su Ser enamorado del Camino.
Dios es el viento y la piedra y el fango
y el cielo atravesado de arcoíris.
Y es el silencio profundo que acaricia
la epidermis desnuda de las almas.

(Fotografía.- Silvio Cerciello)