Pensamientos, reflexiones, experiencias, historias y vivencias acerca del Camino de Santiago

Todo es tuyo, peregrino

(Fotografía.- Erika Lauda)

No te apresures en seguir andando.
Deja que el alma llore sus silencios.
Si acaso, mira atrás
y verás todo el camino recorrido hasta ese punto,
todo el camino en que venciste, paso a paso,
tu propio cansancio y desaliento.
Respira hondo.
Y verás como todo se armoniza.
En tu cuerpo.
En tu alma.
Y en tu mente.
Espacios sagrados
que también te pertenecen.
Como ese bosque.
Como esa niebla.
Como ese mágico silencio.
Todo es tuyo, peregrino, todo es tuyo.
No te apresures en seguir andando.

Volver al Camino

(Fotografía.- Wild Camino)







A menudo vuelves al Camino, no tanto para descubrir algo nuevo como para buscar lo que allí dejaste...

Un loco enamorado


Déjate atrapar. Deja que el Camino te seduzca y te haga suyo, que te atrape, que te envuelva, que te bese y te acaricie. Que te desnude el alma y la haga temblar. Y te haga temblar.

Deja que el Camino te traspase la piel y te recorra la sangre. Déjale que te susurre en el oído palabras sin palabras. Deja que te cuente sus viejas historias de amores y desamores peregrinos.

Deja que te ame.

Y enamórate.

Apasionadamente.

Y si te preguntan qué es ser peregrino, responde que es saberte un loco enamorado que sueña y tiembla, tiembla y sueña con volver a encontrarse con su amor en la próxima esquina de la magia...

Homo Viator

(Fotografía.- Andrea Di Bello)




"Ninguna palabra resulta más apropiada para determinar lo que somos como la de "caminante". Nuestra vida se constituye en, durante y a través del camino: somos "peregrinatio vitae". Antes que homo sapiens, homo viator: en el camino se da la búsqueda, y en ésta, el sentido" (Carlos Javier González Serrano)

A pesar de todo

A pesar de todo, 
está precioso el Camino 
en su soledad de agosto, 
invita a la esperanza 
y a la alegría, 
a pesar de todo. 
Sale el sol cada mañana 
y disipa las sombras de la vida 
y uno se siente auténtico 
tras la máscara 
que deja a la intemperie 
la sonrisa de los ojos, 
siempre tan verdadera. 
Está reverdecido 
y limpio 
porque muchos no comprenden 
que las únicas huellas visibles 
que deben dejar en el Camino 
son las de sus pisadas. 
Y ausentes, 
el Camino aún conserva 
la única huella del aire 
y el tiempo detenido 
durante meses, 
la de la soledad atravesando 
el bosque y la montaña. 
Creedme, 
está precioso el Camino 
en su soledad de agosto. 
Y te abraza y te besa 
sin guardar las distancias. 
Y te regala 
la inmensidad de la belleza, 
la plenitud de la magia, 
la caricia de Dios 
haciéndose visible 
en todo lo visible. 
A pesar de todo...