Mi sombra en el Camino

Se alargan las sombras en los amaneceres del Camino. Sobre la tierra se dibuja la figura del peregrino que se eleva sobre ella. Le precede y alcanza primero los espacios del sendero que después pisarán sus pies.

La sombra va delante, siempre inalcanzable, bocetando la silueta de otro-yo que soy yo mismo. Se convierte en guía para los pasos certeros y para los equivocados. Punta de flecha que no se pinta y que solo marca el camino a quien la sombra pertenece.

La sombra sobre el Camino. En el Camino. Fundida con el Camino. Formando parte de él. El Camino es asfalto, arena, piedra, fango... Y sombra.

Se alarga mi sombra en los amaneceres del Camino.

Y en mi sombra, el Camino y yo nos hacemos uno. Inseparables. Indisolubles.

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